Udaipur, descubriendo otra India en el Rajasthan

Confieso que cuando pensé este viaje a India, no entraba en mis planes llegar a lugares como Udaipur. Ni siquiera asociaba a India con estos destinos, más parecidos a Venecia o a Montecarlo, que a la India espiritual y ruidosa que transité.


Llegamos a Udaipur en auto luego de recorrer un día completo, previa parada en el templo Jainista y descanso para beber Chai en la Montaña. Llegamos a Udaipur por colinas dignas de infarto. Una mezcla de asombro, de temor y fascinación ante un paisaje tan bello.


Después del desayuno y luego de varias horas de carretera, visitamos el blanco templo Jainista de Ranakpur, construido en el siglo XV. Reconocido en todo el mundo por su intrincado estilo arquitectónico, este templo constituye una de las cinco grandes peregrinaciones de la cultura Jainista. El lugar es magnífico. Los detalles son bellísimos. Sin embargo, me desilusionó ver que cualquier bendición, aunque solo fuese un puntito de henna en la frente, se entregaba a cambio de una propina.
Uno de los atractivos del lugar es su jardín , donde hay infinidad de pájaros y monos. El edificio es imponente, lo visitan personas de todo el mundo y realmente se respira Paz.
































 





 









El viaje se hizo largo. Pasamos muuuucho calor y ya estábamos ansiosas. Sentíamos tan peligrosa la ruta de tantas curvas y precipicios y a su vez, estábamos tan agradecidas por esa  oportunidad de recorrer pueblitos que nos permitieron adentrarnos en la cotidianeidad de India.
Vimos mujeres albañiles, otras arriando animales, y otras con sus tarros de agua en la cabeza caminando kilómetros. Es que el agua potable, es casi un imposible en gran parte de India. Así fue que nuestro chofer y guía nos llevó a ver de cerca, cómo los bueyes sacaban agua de un pozo. Fue un stop tan puro, y a su vez tan movilizante, porque me trajo recuerdos de cuando mi padre me contaba que con los bueyes hacían el arado o traían agua en Valdivia (Chile)





En las rutas aprendimos tanto. Vimos personas viajando colgadas o en el techo tanto podía ser de un tuc tuc, un micro hasta un camión. Familias completas sobre una motocicleta. Y de paso, me asombró ver que las mujeres viajan, con sus Saree sentadas de costado y nunca se sujetan del hombre.



Me tomo 5 minutos, me tomo un té
Ya faltaba menos. El Señor ¨Rana¨ nos propuso parar a disfrutar del paisaje. Ultima pausa. Al bajar nos quedamos atónitas viendo el sol comenzar a esconderse tras las montañas. Comenzaba a hacer frío. Momento ideal para beber un chai, un té bien especiado y reparador.









Cae la noche y...¡Llegamos a Udaipur!
Por la mañana, salimos a recorrer la ciudad, la más importante de la región de Rajasthán, Estado en el que conocimos Jaipur (ciudad Rosa),Jodhpur (ciudad azul), Bikaner  y el desierto de Thar, en Jaisalmer (ciudad dorada).
Atrás había quedado esa ruta tensa que te lleva demasiado cerca de Pakistán (uno de los países en conflicto con India y más poblados del mundo), y la infinita cantidad de custodios y carros del ejército. También dejamos atrás la sequía de las arenas del desierto, sus coloridos camellos de rostros cansados, el atardecer más increíble, los cantos, las danzas típicas, el machismo...

Udaipur: la ciudad de los Lagos

Se dice que El lago Pichola, ubicado en la ciudad de Udaipur, es un lago artificial de agua dulce, creado en el año 1362 DC, y lleva este nombre en honor a  la cercana aldea de Picholi.
Todo el paseo lleva desde horas a días si se hace la caminata, la navegación y recorrido en la Isla. Las vistas son hermosas y tomamos muchísimas fotos.
Ese día visitamos los alrededores del lago, el Sahelion-Ki-Bari (jardín de las damas de honor) un jardín de placeres con fuentes y pabellones de mármol. También el Museo y el Palacio de la ciudad. El Palacio, que domina el Lago Pichola, es el complejo más grande en la India, una mezcla de arte Mughal y Rajput. Solía ser el retiro de invierno del Maharajá. 
Más tarde disfrutamos de un crucero por el lago Pichola visitando los Ghats, escalones que bajan al río y excelentes vistas de la ciudad y del hotel Lake Palace, el Palacio Blanco del Lago.  







La ciudad romántica
Ubicada al noroeste de India, Udaipur es una ciudad muy romántica. Es común ver a los novios y tomarse fotografías previas a la Boda en las calles del City Palace, con sus jardines tan coloridos, las cascadas, el lago de aguas cristalinas, el fondo de las montañas Aravali. Sendas limpias y silenciosas... es otra India!!!




Hay bajadas por doquier que en India se denominan Ghats. Son escalinatas desde donde la gente puede sentarse a observar el lago, hasta bañarse o lavar ropa en sus aguas.



Entre sus edificios famosos -como dije- está el Lake Palace Hotel, un gran hotel de lujo, pero de un asombroso lujo, que fue la residencia estival de la realeza en el siglo XVIII y se dice que fue escenario de varias películas, entre ellas la de James Bond. Y por momentos, toda la región cercana al Lago Pichola, me pareció -definitivamente- un set de filmación.



Pasar la noche en este hotel cuesta -según booking- casi 100 mil pesos argentinos por pareja.Y es que dispone de distintos restaurantes,spa y piscina para cada habitación.


Fue construido en 1746 totalmente en mármol blanco y presenta una arquitectura majestuosa que incluye maderas talladas y tejidos de seda.
Nosotras obviamente no entramos. Pero sí, nos tomamos una lancha y una vez cruzado el Lago Pichola, recorrimos la Isla que tiene un enorme centro de Eventos, donde justamente estaban preparando una Boda.
Bienvenidos!



Una pareja hindú de paseo nos observa.
Ella pidió fotografiarse junto a nosotras.

Centro de Eventos. Preparativos para la boda
 






Todo blanco y yo de blanco en composse.
Si me pierdo búsquenme por allá!


Es enero y los rayos de sol se hacen sentir. Un gran número de personas preparan detalles para una boda que se celebrará esa noche. Colocan mesas, telones, luces. Prueban sonido. De pronto descubro a un grupo de jóvenes que arman un telón con flores naturales. Son cientos. Tal vez miles de capullos blancos que pasan a través de un hilo. Y en el final, una rosa roja. Ahhh, se ve tan delicado! 



Posiblemente en ninguna ciudad en Rajasthán se sienta tanto el romanticismo como en Udaipur, un Estado repleto de fantásticas fortalezas en sus cimas, exóticos palacios de cuentos de hadas, y apasionantes leyendas medievales de caballerosidad y heroísmo.
Fueron casi dos días en Udaipur. La montaña ya se hacía sentir. Sin embargo, nos esperaban nuevas aventuras, primero en las Playas de Kerala y luego en Tekhady y Munnar. Pero esas son historias, del siguiente post.

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